El día 21 de marzo de 2018, el príncipe de Arabia Saudí, Mohamed bin Salmán, invito a una cena en Los Angeles a Jeff Bezos, propietario de Amazon y The Washington Post. Esta cena se produjo el 4 de abril y Bezos y Salmán intercambiaron sus números de teléfono. Aquel mismo día, Salmán envió un mensaje a Bezos, pero el príncipe tenía un interés oculto. Este interés se basaba en la publicación del saudí más famoso, Jamal Khashoggi, en el The Washington Post.
Semanas después del encuentro, Bezos recibió un vídeo por WhatsApp desde el número de Bin Salmán, aunque no se sabe si fue enviado desde su teléfono o desde otro aparato, ya que las cuentas estaban vinculadas a un número. Minutos más tarde de abrir el vídeo, el teléfono móvil de Bezos empezó a actuar de forma extraña y a enviar datos a una velocidad superior a lo habitual.
Al principio, el propietario de Amazon no percibió nada. Desde un móvil pueden salir datos que van dirigidos hacia otros usuarios y otros van hacia la nube, pero con respecto al vídeo, se hicieron varias filtraciones por algún código que había dentro del archivo MP4. Los hackers tenían acceso a todo el contenido del teléfono y esto, se mantuvo hasta febrero de 2019 y hubo días en que la salida de datos era de 4’6 gigas.
Toda esta información tiene origen en un estudio del teléfono móvil de Bezos, publicado por la Organización de las Naciones Unidas este miércoles. El informe hecho por un exagente del FBI y filtrado a los medios de comunicación afirma que al principio no se tenía constancia de que existiera un código malicioso, pero tras varios análisis, se detecto que se había transferido los datos a través de un programa de descarga encriptado en un servidor de WhatsApp. Debido al cifrado de esta aplicación de mensajería instantánea, el contenido de este programa no puedo ser establecido. Por tanto, la sospecha recae sobre el software de descarga.
Las sospechas del programa apuntan a famosas organizaciones, como la israelí NSO o la italiana Hacking Time, que son los que fabricaron este tipo de software. La investigación apunta a Saud al Qahtani, que colaboraba con Bin Salman y que tenía tratos desde hace cuatro años con la empresa Hacking Team.
Finalmente, estos ataques son personalizados y sorprende que le haya pasado a Jeff Bezos, fundador de Amazon que se ha convertido en un prestigioso y millonario en el sector de la tecnología.