Los ciberdelincuentes se quieren aprovechar de los mayores que viven solos en España, que son el 35,1% de las mujeres de más de 75 años y el 14,7% de los hombres.
Esta soledad es un tema preocupante para la sociedad y los estafadores se aprovechan de ello para llevar a cabo timos.
La Policía Nacional ha avisado a través de su cuenta oficial de X que han detectado un nuevo engaño al que han llamado “estafa del botón rojo”.
¿En qué consiste la estafa del botón rojo?
Los estafadores suplantan la identidad de trabajadores del 112, número de teléfono destinado a atender emergencias las 24 horas del día, para proponer el envío de un dispositivo con un botón rojo para personas vulnerables que viven solas.
En realidad, los ciudadanos son los que tienen que llamar al número para pedir ayuda y no los empleados del servicio de teleasistencia.
No obstante, los ciberdelincuentes que se hacen pasar por trabajadores sí están llamando.
Así, le proponen a la víctima que se suscriba a un plan mensual para tener acceso a este servicio y recibir ayuda en el domicilio rápidamente en caso de emergencia.
La Policía Nacional alerta de esta estafa
La Policía Nacional ha alertado de esta estafa a través de la red social X. Con el siguiente mensaje:
“Sabes en qué consiste el timo del #botónrojo? Llaman por teléfono haciéndose pasar por trabajadores del servicio de teleasistencia del 112. Buscan conseguir datos personales o bancarios. Los mayores son el objetivo principal de esta #estafa, por eso AVÍSALES”
Como se puede ver en el mensaje, los ciberdelincuentes solicitan datos personales y bancarios a las víctimas.
¿Cómo evitar esta estafa?
En primer lugar, se debe tener en cuenta que el servicio de teleasistencia es público y gratuito, por lo que no es muy creíble que haya una tarifa de pago.
Por otro lado, como comentábamos anteriormente, el 112 es un teléfono que recibe llamadas y que no las emite. Aún así, si los trabajadores realizaran una llamada, la empresa ya tendría la información privada y no la pedirían.
Por último, no se debe confiar en la llamada solo por el hecho de que se dirijan a nosotros por nuestro propio nombre, ya que no es una garantía de que sea real. Simplemente podría deberse a que algunos datos personales se han filtrado y los estafadores se han aprovechado.
