Hace unos meses, se descubrió que la cámara de seguridad exterior del chalet de Pablo Iglesias e Irene Montero, estaba transmitiendo imágenes en una página web pública, debido a un pirateo. La semana pasada, se dió a conocer la noticia de que todavía había capturas de esas imágenes recorriendo por Internet, por lo que la cámara fue desconectada, examinada y se volvió a colocar tras instalar unas medidas de ciberseguridad más extensas.
Pero, ¿quién ha sido el culpable de esto? Tras la investigación, la Dirección General del Cuerpo y del Ministerio del Interior, ha declarado que ésta intervención no se hizo desde ninguna unidad de la Policía Nacional.
El primer pirateo, conocido en octubre, fue investigado por la Guardia Civil, la cual no logró identificar a un culpable. Sin embargo, desde Podemos, han vinculado este suceso a “las cloacas del Estado”, debido al espionaje político en gobiernos socialistas, acusaciones desmontadas, tanto por el Ministerio del Interior como por la Policía Nacional.
En un primer momento, este caso podría relacionarse con la Unidad de Sistemas Especiales debido a que están especializados en la instalación de dispositivos de escucha y grabación, sin necesidad de orden judicial. A pesar de esta posible sospecha, se descubrió que la cámara no había sido manipulada por lo que se descartó a este culpable, al igual que la Unidad de Delitos Tecnológicos.
Por lo tanto, todas las pruebas están apuntando a un hacker privado, el cual pudo acceder a la línea de transmisión de las imágenes y difundirlas por su cuenta, ya que las ondas que se encargaban de la transmisión fueron interceptadas. La Policía concluye que este caso ha sido provocado por un particular y, en ningún caso, por parte del Cuerpo Nacional.