Introducción
Como empresa, la seguridad de su interfaz de programación de aplicaciones (API) no es algo que pueda permitirse el lujo de pasar por alto. Esta interfaz de programación de uso común es una puerta de entrada a su sistema, que permite que diferentes aplicaciones de software se comuniquen entre sí. Una API comprometida podría exponer información confidencial a actores maliciosos, dar lugar a modificaciones no autorizadas o incluso interrumpir por completo sus servicios. Esto requiere un enfoque en la seguridad de la API. A continuación, se presentan seis aspectos clave de la seguridad de la API que toda empresa debería dominar.
1. Autenticación y autorización
La primera línea de la seguridad de las API es garantizar que solo los usuarios autenticados y autorizados puedan acceder a las API. Esto implica verificar la identidad del usuario que intenta interactuar con la API. El método de autenticación más común es el uso de claves API o tokens emitidos a cada cliente. Puede implementar protocolos de autenticación basados en tokens o claves mediante OAuth 2.0, OpenID Connect, JSON Web Tokens o mecanismos similares.
Por otro lado, la autorización restringe lo que puede hacer un usuario autenticado. Un mecanismo de autorización garantiza que un cliente solo pueda realizar acciones para las que tiene permisos. Esto es crucial en entornos multiusuario donde los distintos usuarios tienen distintos privilegios.
2. Cifrado
Todos los datos transmitidos a través de las API, especialmente la información confidencial, deben estar cifrados para evitar que terceros no autorizados los intercepten. Secure Sockets Layer (SSL) o Transport Layer Security (TLS) son protocolos estándar para cifrar el tráfico de red. La solidez del cifrado depende de la longitud de la clave de cifrado. Por lo tanto, las empresas deben optar por las longitudes de clave más altas disponibles para lograr la máxima seguridad.
3. Limitación de velocidad
La limitación de velocidad controla la cantidad de llamadas a la API que un cliente puede realizar en un período de tiempo determinado. Ayuda a prevenir ataques que tienen como objetivo saturar el sistema inundándolo con solicitudes, como ataques de denegación de servicio (DoS). Implementar la limitación de velocidad no solo mejora la seguridad de su API, sino que también ayuda a mantener su disponibilidad incluso bajo una carga pesada.
4. Validación de entrada
Una de las principales vulnerabilidades de las API es la amenaza de los ataques de inyección. Los ataques de inyección se producen cuando se envían datos maliciosos a una API con el objetivo de engañarla para que ejecute comandos no deseados. La validación de entrada puede evitar estos ataques al garantizar que solo se acepten datos que cumplan con formatos, tipos y longitudes predefinidos.
5. Actualización y aplicación de parches de forma periódica
Al igual que cualquier otro activo digital, las API son susceptibles a vulnerabilidades. Constantemente surgen nuevas amenazas y posibilidades de ataques. Por lo tanto, es fundamental mantenerse al día con los últimos avances en materia de seguridad relacionados con las API. La actualización y la aplicación de parches periódicos forman parte del mantenimiento de una seguridad sólida de las API. Debe mantener un cronograma estricto de verificación, actualización y aplicación de parches de su API para garantizar que siga siendo segura.
6. Pruebas y monitoreo de seguridad de API
Además de establecer medidas para proteger las API, las pruebas y el monitoreo son fundamentales para garantizar que estas defensas sean efectivas. Existen varios métodos para probar la seguridad de las API, incluidas las pruebas de fuzzing (envío de datos aleatorios e inesperados para detectar vulnerabilidades), las pruebas de penetración (simulación de un ataque para probar las defensas de la API) y las pruebas de seguridad de aplicaciones dinámicas (DAST).
El monitoreo implica la observación constante de la actividad de la API para identificar patrones inusuales que puedan sugerir un incidente de seguridad. Los sistemas avanzados pueden identificar y alertar a los administradores sobre posibles ataques, lo que permite una respuesta rápida a posibles amenazas de seguridad.
Conclusión
La seguridad de las API es una tarea importante para cualquier empresa. Si domina estos seis aspectos clave (autenticación y autorización, cifrado, limitación de velocidad, validación de entrada, actualización y aplicación de parches, y pruebas y supervisión de seguridad), estará en el buen camino para proteger sus API contra posibles amenazas. Sin embargo, recuerde que el panorama de seguridad cambia a menudo y debe mantenerse actualizado y preparado para adaptar su estrategia a medida que surjan nuevos desafíos.