Las 5 formas más comunes en que los ciberatacantes triunfan
La ciberseguridad es un problema global que cada vez adquiere mayor relevancia en nuestra vida cotidiana. Con el avance de la tecnología, los ciberatacantes siguen explotando las debilidades de la ciberseguridad, dejando a su paso consecuencias devastadoras. Muchas empresas, grandes o pequeñas, han sufrido enormes pérdidas financieras debido a los ciberataques exitosos. En este artículo, explicaremos las cinco formas más comunes en que los ciberatacantes triunfan.
1. Ataques de phishing
Este método suele ser la estrategia preferida de los ciberatacantes. Un ataque de phishing es, en esencia, un acto cibernético de engaño, que suele ejecutarse por correo electrónico o cualquier otra comunicación directa. El correo electrónico o mensaje está diseñado para parecer genuino y, a menudo, alienta al destinatario a revelar datos confidenciales (contraseñas, datos de tarjetas de crédito u otra información personal).
El éxito de los ataques de phishing depende en gran medida del error humano. A pesar de las numerosas campañas de concienciación sobre las amenazas de phishing, muchas personas siguen siendo víctimas de estos ataques. De hecho, según la Agencia de Seguridad de Infraestructura y Ciberseguridad (CISA), el 22 % de los incidentes cibernéticos denunciados en 2020 estaban relacionados con el phishing.
2. Ataques de malware
Malware es un término colectivo para el software malicioso, que incluye ransomware, spyware, virus y gusanos. A menudo se propagan a través de una red y provocan daños generalizados. Los atacantes cibernéticos pueden insertar malware en una computadora o sistema de varias maneras: mediante archivos adjuntos de correo electrónico maliciosos, descargas no confiables y aplicaciones de software infectadas, por nombrar solo algunas.
Un ataque de malware exitoso puede provocar pérdida de datos, robo o incluso secuestro de funciones informáticas y datos personales confidenciales.
3. Ataques de contraseñas
Las contraseñas débiles o que se adivinan con facilidad son una mina de oro para los atacantes cibernéticos. Muchas personas reutilizan las contraseñas en varios sitios o confían en contraseñas simples y directas como «123456», »contraseña» o información personal como la fecha de nacimiento. Los atacantes tecnológicamente avanzados también utilizan herramientas conocidas como «craqueadores de contraseñas» para decodificar contraseñas cifradas o encriptadas.
Los ataques de contraseña, incluidos ataques de fuerza bruta, ataques de diccionario y keyloggers, a menudo conducen a entradas no autorizadas al sistema, violaciones de datos y robo de identidad.
4. Ataques DDOS
Un ataque de denegación de servicio distribuido (DDOS) es un intento malicioso de interrumpir el funcionamiento regular de una red, servicio o servidor al abrumar al objetivo o su infraestructura circundante con una inundación de tráfico de Internet.
Estos ataques pueden hacer que los sitios web y los servicios basados en la web no estén disponibles, lo que provoca importantes interrupciones comerciales. Además, los atacantes cibernéticos suelen utilizar los ataques DDoS como cortina de humo para iniciar otras actividades maliciosas.
5. Secuencias de comandos entre sitios (XSS)
Este tipo de ciberataque suele producirse en aplicaciones web. En un ataque XSS, los atacantes inyectan scripts maliciosos en sitios web de confianza, que luego se transmiten al navegador del usuario final. Por lo general, estos ataques se utilizan para eludir los controles de acceso y suplantar la identidad de los usuarios.
Si bien los vectores de ataque comunes mencionados brindan un punto de partida para comprender y mitigar las amenazas potenciales, representan solo la punta del iceberg de los ciberataques. Es fundamental que las organizaciones y las personas implementen medidas de ciberseguridad sólidas, se mantengan al tanto de las amenazas emergentes y promuevan la concienciación sobre la ciberseguridad para contrarrestar los ciberataques exitosos. Las medidas proactivas y vigilantes pueden marcar la diferencia entre una buena higiene cibernética y convertirse en una estadística en la lista cada vez más grande de delitos cibernéticos. Recuerde: en el mundo de la ciberseguridad, ¡la mejor defensa es el ataque!